RECUERDAN EL COMPROMISO DEL MAGISTRADO DE LAS CAUSAS EN CONTRA DE LA ADMINISTRACION PUBLICA
“El pueblo correntino confió en Mario Payes y éste devolvió esa confianza” Así lo evoca uno de sus hijos, el Viceintendente Agustín Payes.
15/06/09 El testimonio rememora el acompañamiento familiar al trabajo del juez “en momentos dramáticos por las intimidaciones, amenazas y persecuciones”. “Fue un camino de orgullo y de lucha”.
Uno de los protagonistas en el histórico proceso que vivió Corrientes y que explotó en el 99 fue Mario Payes. A fines de ese año asumió la titularidad del Juzgado de Instrucción Nº 1 de la ciudad, tribunal en el que se tramitaron unas 60 causas penales en contra de la entonces administración provincial y de la municipalidad capitalina, a cargo del Partido Nuevo. Payes puso bajo arresto a Raúl Tato Romero Feris, en aquel tiempo líder natural y absoluto del Panu.
A una década, el Viceintendente, precandidato a jefe comunal por el PJ e hijo del entonces juez, Agustín Payes, recuerda el momento en que su padre asumió como magistrado:
“A fines de 1999, asume como juez de Instrucción Nº 1 Mario José Payes. Dentro de la familia nos habíamos planteado avalar o no lo solicitado a mi padre, sabiendo que el conjunto de las causas que tenían como imputado a Raúl Rolando Romero Feris y su entorno coincidirían en ese Juzgado. Debíamos tomar una decisión transcendental para el futuro de nuestra familia (mi padre había tenido una operación de corazón ese mismo año, a principios de junio, donde se le practicaron cinco by-pass) y de nuestra provincia.Tras las deliberaciones familiares, decidimos apoyarlo y así comenzar un camino de orgullo y de lucha en pos de defender ideales basados en la honradez, la verdad y la justicia para todos.Corrientes vivió años como el 99, que quedará marcado en la historia como el momentos en que el pueblo se hartó del manoseo, la corrupción, y salió a buscar esperanza, dignidad y trabajo peticionando a sus autoridades. Como familia vivimos momentos dramáticos y de sumo cuidado habida cuenta de intimidaciones, amenazas y persecuciones que pretendían lograr algún tipo de direccionamiento en el trabajo que mi padre tenía en las más de sesenta causas en las que se involucraban a políticos en delitos de corrupción. La sociedad correntina demandaba, cada vez con mayor ahínco, claridad en las distintas situaciones que se planteaban en la educación, en la salud y en la justicia, todo agravado por el desfalco económico-financiero que se vivió en aquellas épocas; así el pueblo correntino confió en Mario y éste le devolvió a su Corrientes toda ese aprecio trabajando, tratando de llevar certeza haciendo justicia para con todos, sin distinción de clases políticas ni sociales, y dando todo hasta su último día de vida, el 21 de abril de 2005”.